La iglesia responde a un estilo popular compuesto de tres naves, una central y dos laterales.
Las naves están separadas por una fila de columnas o columnata, sobre las columnas estaba apoyado un artesonado de madera para la formación de pendiente de la cubierta.
La patología surgió cuando el peso de la cubierta hizo que las columnas se torcieran hasta ser un peligro para los feligreses.
Nuestra actuación consistió en la reparación de las columnas, devolviéndolas a su posición y la reparación de las zapatas de madera que condicen el peso a las columnas.
Para llevar a cabo esta obra, se apeó toda la cubierta, con una estructura auxiliar, se desmontaron las columnas y posteriormente se volvieron a montar.
Fue una actuación especialmente complicada por el peligro que entrañaba la situación de la estructura de la cubierta.